Uno de los errores más frecuentes en el uso del español es la confusión de la poligamia con la poliginia. Esto es debido a que ni tan solo la Real Academia Española de la Lengua (RAE) ha sido capaz de explicarlo correctamente, por ello, nos referiremos a un manual de introducción a la sociología: «En la mayor parte de África y en el Sur de Asia la ley autoriza la poligamia, es decir, el matrimonio entre tres o más personas» (García Ferrando, M. et al., 2010: 169). Sin embargo, la RAE vincula esta posibilidad de concebir matrimonio con tres o más personas exclusivamente para los hombres, si bien esto no es cierto. Como se establece en el manual ya citado, «hay dos tipos de poligamia: la poliandria y la poliginia» y, entre estos dos términos, sí que es la RAE capaz de diferenciar: Por un lado, la poliandria es la posibilidad que tiene una mujer de concebir matrimonio con varios hombres y, por otra, la poligamia es la posibilidad que tiene un hombre de casarse con varias mujeres. Pero: ¿Qué sabemos sobre este tipo de matrimonios?
En la actualidad, hay «países islámicos de África y del sur de Asia, como es el caso de Irán, Afganistán, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Independientes o Sudán, donde los varones pueden tener legalmente hasta cuatro esposas» (García Ferrando, M. et al., 2010: 169). Es aquí cuando se producen, principalmente, tres errores: En primer lugar -y como hemos citado-, hay un número máximo de esposas, de modo que no hay posibilidad de contraer matrimonio con veinte o cincuenta mujeres, pues no está permitido. A este error, el más simple, le sigue la falsa creencia de que todos los hombres contraen matrimonio con varias mujeres: Este es un mito fruto de la ignorancia, ya que «solo los varones con un estatus socioeconómico elevado pueden sostener una familia formada por varias mujeres y sus respectivos hijos e hijas» (García Ferrando, M. et al., 2010: 169), es decir, es »un lujo» tener varias esposas (si bien esto no quita que la simple posibilidad -un derecho y no una obligación- que tienen los hombres de contraer matrimonio con varias mujeres, mientras que a estas no se les permite lo mismo, constituye una gran desigualdad social). De este modo, «la mayor parte de los matrimonios que se dan en estos países son (…) monógamos» (García Ferrando, M. et al., 2010: 169). Sigue leyendo →